Que cuando te cambias de compañia telefonia (ya sea fija o movil) puedas seguir con tu numero (la tan esperada portabilidad) es toda una ventaja, y quizas la ultima barrera para muchos usuarios en esto de cambiarse de compañia.
Por esta razon no me supuso ningun problema llevarme mi numero desde Telefonica a Jazztel hace unos meses.
Y es que cuando has dado tu numero a mucha gente, cambiarlo es un fastidio.
Hay, no obstante, otra cosilla relacionada con los numeros telefonicos que no es tan practica, sino todo lo contrario. Y es la reasignacion: cuando un usuario se da de baja, el numero queda libre, por lo que al cabo de un tiempo se le asigna a una persona que se da de alta.
Que es justo lo que me paso a mi cuando me di de alta el telefono en casa. Anda que no me pase meses y meses diciendo que no, que el numero pertenecia ahora a un particular y no a una carpinteria de cocinas.
Carpinteria que, curiosamente, habia montado la cocina de mi piso, segun una chapita de plastico en la puerta, en la que consta el nombre y su (mi? nuestro?) numero de telefono. Ademas de las llamadas, tambien llegaban faxes, muchos faxes, incluso de noche. Tanto que llegue a configurar el modem de un portatil para recibirlos :-)
Y ahora tengo ese mismo problema con el telefono movil de guardia del trabajo. Suena poco, pero cuando suena, suele ser algo gordo y para movilizarse, estes donde estes y a la hora que sea.
Asi que cuando lo descuelgas y oyes que preguntan por un tal Wilson, o Nelson, o [mode Mauricio Colmenero] como cojones se llame el puto indigena ese de los cojones [/mode], pues que quieres que te diga, me acuerdo de sus muertos mas frescos, aun sin conocerle.
domingo, 13 de abril de 2008
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